El uso de la tarjeta de crédito entre los mendocinos registró un crecimiento en el último año y, en paralelo, aumentó la morosidad, advirtió Sergio Alza, gerente de Montemar, en el programa Antes de Ver el Sol.
Alza explicó que muchas personas usan la tarjeta para consumos corrientes y, al pagar solo el mínimo, la deuda se transforma rápidamente en una carga difícil de sostener. “Hay gente que usa la tarjeta, paga el mínimo y se le hacen después cuentas prácticamente impagables”, señaló.

El directivo describió la tarjeta como un instrumento doble: “Dentro de las tarjetas de crédito no solamente está la posibilidad de consumir en comercios, sino también sacar un adelanto de efectivo y financiarse con efectivo; entonces tenés dos productos dentro de la tarjeta”. Esa doble funcionalidad, explicó, alienta usos frecuentes que incrementan la exposición al riesgo crediticio.

Sobre la evolución de la morosidad, Alza apuntó que se observó un repunte en los últimos seis meses y un crecimiento paulatino a lo largo del año. Según su lectura, ese aumento está vinculado al uso intensivo de la tarjeta para gastos corrientes —mercadería, comida y consumos repetitivos del mes— más que para compras puntuales de bienes durables. “Cuando la mora empieza a aparecer tiene que ver muchas veces con que la tarjeta se empieza a usar mucho más frecuentemente para el uso corriente”, afirmó.

El gerente advirtió sobre el fenómeno de recurrir a préstamos para pagar deuda con tarjetas, y luego a más préstamos para cubrir esos préstamos, lo que complica aún más la situación financiera de los hogares: “El interés de la tarjeta de crédito es realmente muy difícil de controlar; si te vas atrasando llega un momento que se te hace un número muy, muy grande y a buscar un préstamo para pagar deuda y a buscar otro préstamo para pagar ese que sacaste”.

Montemar, indicó Alza, observa estas tendencias a partir del comportamiento de los usuarios y del mercado local, lo que refuerza la necesidad de campañas de educación financiera y opciones de financiamiento más ordenadas. El ejecutivo sostuvo que es clave que el consumidor entienda los momentos y costos reales de financiamiento antes de recurrir a adelantos o a un uso intensivo de la tarjeta.

Ante este escenario, fuentes del sector recomiendan prudencia: planificar el gasto, evitar pagar solo el mínimo cuando sea posible y evaluar alternativas de financiación con tasas y plazos más favorables para no dejarse arrastrar por un círculo de deuda.

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