El titular del Centro de Ingenieros de Mendoza, Daniel Di María, habló en el programa “Antes de Ver el Sol” sobre la evolución de los costos de la construcción en la provincia durante octubre, en un contexto de estabilidad de precios pero con una marcada caída en la actividad.
De acuerdo con el relevamiento mensual que realiza la entidad, el valor del metro cuadrado de una vivienda económica asciende a $1.192.000, mientras que una vivienda de calidad media se ubica en $1.576.000. Esto representa un aumento del 2,33% respecto del mes anterior, manteniendo una tendencia estable en los últimos meses.
“Venimos con aumentos parejos: un 2,08% en septiembre y un 2% en agosto. Este mes los materiales subieron un poco más, en promedio un 3,35%, seguramente por la movida cambiaria de los últimos días”, explicó Di María.
Entre los materiales que más aumentaron, el ingeniero destacó el hierro (5,4%), el cemento (4,3%), los cables eléctricos (9%) y el aluminio para carpinterías, que trepó un 19%. Sin embargo, el incremento interanual total del costo de la construcción fue del 20,3%, muy por debajo de los índices de años anteriores.
“Los materiales subieron solo un 12,7% en el último año, lo cual es poco comparado con lo que veníamos viviendo. Es decir, hoy es un buen momento para construir, para quien pueda hacerlo”, señaló.
Pese a esa estabilidad, Di María reconoció que la actividad constructiva se encuentra en recesión:
“El movimiento de la construcción ha sido muy poco. La brecha entre los salarios y los costos sigue siendo grande. Hoy se necesitan alrededor de 40 sueldos promedio para construir una vivienda económica”, precisó.
El ingeniero también remarcó que la mayoría de las construcciones que se realizan actualmente son por cuenta propia y ajustadas al bolsillo de cada familia, y advirtió sobre el crecimiento de las obras clandestinas, que representan un 25% del total en 2024.
“Son edificaciones sin control profesional ni aprobación municipal. Eso es peligroso, sobre todo en una zona sísmica como la nuestra”, alertó.
Consultado sobre la tendencia en materiales, Di María señaló que el aluminio reemplazó definitivamente a la madera y la chapa en aberturas, por su bajo mantenimiento y durabilidad. Además, indicó que las nuevas construcciones en seco ofrecen mejores aislamientos térmicos, aunque los costos finales no difieren demasiado de los sistemas tradicionales.
En cuanto a la mano de obra, el aumento interanual fue del 31%, por encima del promedio general.
“La mano de obra ha subido más que los materiales. Y los honorarios profesionales también se han visto afectados por la baja actividad y la competencia”, sostuvo.
Finalmente, el presidente del Centro de Ingenieros confió en que la estabilidad actual de precios pueda incentivar la inversión:
“Si los valores se mantienen, la gente podría animarse a construir. La clave será que aparezcan créditos accesibles y que el poder adquisitivo acompañe”, concluyó.









































