La Asociación de Empresarios de la Vivienda de la República Argentina (AEV), entidad que nuclea a desarrolladores inmobiliarios, recibió «con gran entusiasmo» el lanzamiento del sistema de depósitos y créditos hipotecarios basados en una moneda de referencia indexada, la Unidad de Vivienda (UVI)..

El vicepresidente de la AEV y director de la desarrolladora RED, Gustavo Llambías, sostuvo que «era algo muy esperado y por lo que venimos trabajando desde hace años desde la institución».

Asimismo, destacó la importancia para la reactivación del sector y el acceso a la vivienda de la clase media, ya que «el crédito a largo plazo es un elemento esencial para el mercado y producirá un cambio profundo, recuperando a los sectores medios como clientes y multiplicando obras y puestos de trabajo».

No obstante, explicó que esta línea de créditos «apunta a los sectores que necesitan crédito para comprar y que en cambio no necesitan un subsidio. En la medida en que la tasa de inflación vaya bajando, esto permitirá incluir a toda la clase media, en todas
sus franjas, es decir, al 50% de las familias argentinas».

En cuanto a la posibilidad del desarrollo de créditos hipotecarios en el contexto inflacionario que vive la Argentina, explicó que «la inflación actual es insostenible en el mediano plazo e incompatible con cualquier sistema crediticio, como lo demuestra el hecho de que no ha habido crédito desde hace muchos años, sufriendo una inflación similar».

«El actual gobierno lo entiende así y por eso ha anunciado que apunta a llevar la inflación a un dígito durante su administración. En el entendimiento de que ése será el camino, el sistema es completamente compatible con la transición, como lo demuestra el hecho de que en Chile, la Unidad de Fomento (UF) ha sorteado períodos de inflación alta en alguno de los más de 50 años de vigencia allí, dentro de un contexto de mediano y largo plazo de inflación controlada».

Asimismo, el directivo destacó que el proyecto presentado en su momento por la Asociación y que impulsaba la creación de una Unidad de Vivienda al estilo chileno, «hubiera sido mejor, al menos para el primer tramo del sistema, ajustar el valor de la UVI con la variación del promedio de los salarios de la Argentina, el Coeficiente de Variación Salarial (CVS) del Indec, más que con el índice de costo de vida (que hoy ni siquiera está disponible en el (Indec), para pasar a usar el costo de vida una vez estabilizada la inflación en valores de un dígito».

Aunque Llambías sostuvo que el verdadero desafío en nuestro país es que «tomará un tiempo hasta que se entienda el sistema y dependerá de qué ventajas ofrezca el instrumento, pero debería funcionar. En realidad, la pregunta de fondo es si la población en general recuperará capacidad de ahorro y disposición a hacer a través de instrumentos del mercado financiero, en lugar de hacerlo en dólares».

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