En La Brújula, el programa conducido por Laky, Fabián y Malvina, el enólogo rivadaviense Marcelo Moreno, conocido afectuosamente como “El Cóndor”, habló sobre la Semana del Torrontés y reflexionó sobre su trayectoria profesional y el valor cultural del vino argentino.

Moreno, que actualmente trabaja en Bodega San Huberto (La Rioja) y asesora a bodegas de Catamarca como Las Carolinas, Michango, El Embero y Tierra de Volcanes, explicó el origen del Torrontés Riojano, la cepa blanca más emblemática del norte del país.

“El torrontés es una de las uvas más autóctonas que tenemos. Es el resultado natural del cruce entre el moscatel de Alejandría y la criolla chica, esa con la que nuestros abuelos hacían el vino casero”, explicó.

El enólogo destacó que la variedad encontró su lugar ideal en el norte por las condiciones de altura y clima:

“Tiene un ciclo largo, madura al final, y eso le da vinos equilibrados, con taninos suaves y un perfil muy aromático.”

Sobre el consumo, Moreno fue claro:

“El torrontés, como todo vino blanco, se debe tomar bien frío, a unos seis grados. Y si querés ponerle hielo, ponéselo. Hay que romper con esos mitos: el vino se disfruta como a uno le gusta.”

También ofreció consejos de maridaje:

“Va perfecto con pescados, mariscos, empanadas, locro, comidas picantes o incluso con un pollo al limón. Es un vino muy versátil, de buena estructura y acidez.”

Consultado sobre el consumo en Argentina, reconoció que ha bajado en los últimos años:

“El consumo de vino cayó entre un doce y un quince por ciento. Por eso es importante difundir la Semana del Torrontés, para que la gente se anime a probar otras variedades. Hay vinos que pueden competir perfectamente con un Malbec o un Cabernet.”

Finalmente, habló de sus raíces y de cómo nació su pasión por la enología:

“Cuando era chico iba con mi abuelo a cosechar uvas a las bodegas de Ronco, Gargantini y Ticarelli. Un día entré a una bodega y quedé fascinado con ese mundo. No lo hice por plata, sino por pasión.”

Con la misma humildad con que habla de su oficio, dejó un mensaje sobre el consumo responsable y la identidad vitivinícola mendocina:

“No hay que demonizar las bebidas alcohólicas. El vino es parte de nuestra cultura. Si se disfruta con responsabilidad, es una bebida noble, sana y social.”

Marcelo Moreno, con su sencillez y orgullo por Rivadavia, demuestra que el talento mendocino trasciende fronteras, llevando el nombre del Este mendocino a las mejores bodegas del país.

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