El equipo naranja volvió a brillar tras una década y se consagró como el mejor de la Superliga 2024.
En una noche inolvidable, Rivadavia Básquet demostró su poderío en el estadio de La Colonia y aplastó a Godoy Cruz en la gran final que definió al campeón anual de la Superliga Mendocina. Este título tiene un sabor especial para la institución, ya que marca el fin de una sequía de 10 años sin consagrarse campeón mendocino. Mario Sosa, presidente del club, compartió sus sensaciones y reflexiones tras el histórico logro.
“Contento, muy contento por lo de anoche. Festejamos hasta altas horas de la noche. Fue una caravana inolvidable”, comentó Sosa al abrir la entrevista. Destacó que, aunque no tenían preparado el festejo por superstición, la improvisada celebración fue un éxito.
Sobre el desarrollo del partido, Sosa expresó: “No creo que Godoy Cruz haya subestimado la final. Simplemente son noches y momentos. Nosotros jugamos con la actitud de una verdadera final”. Añadió que la contundente victoria no refleja la paridad real entre ambos equipos, recordando que la derrota previa en el Clausura había sido igualmente engañosa.
El título obtenido tiene un significado especial para la institución: “Pasaron diez años para que volviéramos a ser campeones anuales. Este logro es histórico porque se suma a las cinco estrellas que tiene el club”, afirmó con orgullo. Además, destacó el compromiso y esfuerzo de un plantel compuesto en su mayoría por jugadores formados en la cantera del club: “De los diez mayores, cinco son de Rivadavia, lo que habla de un gran trabajo en nuestras divisiones inferiores”.
Sosa también reconoció el esfuerzo físico y mental que implicó jugar dos competencias simultáneamente con el mismo plantel: “Los jugadores dejaron todo. Fue un sacrificio tremendo, y esto hace que el título sea aún más valioso”.
El presidente no dejó de elogiar el estadio de La Colonia, que podría convertirse en una futura sede para el equipo: “Es un lugar fantástico, con instalaciones de primer nivel. Estamos evaluando jugar algunos partidos de Liga Argentina allí”, comentó, destacando la buena relación con las autoridades deportivas de Junín.
Por último, Sosa habló sobre el impacto de la renuncia del entrenador Sebastián Torres, quien decidió priorizar cuestiones personales: “Sebastián ha sido clave en nuestra estructura. Nos deja la vara alta y el desafío de encontrar a alguien con su profesionalismo y dedicación”.
Con este logro, Rivadavia Básquet reafirma su lugar en la élite del básquet mendocino y abre un nuevo capítulo en su rica historia deportiva. ¡Salud, campeones!
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