Una mañana que debería haber sido como cualquier otra en el tranquilo departamento de Rivadavia se convirtió en una pesadilla para una joven con discapacidad visual y su pareja, también no vidente. El pasado sábado, mientras trabajaban vendiendo alfajores en la esquina de calles Güemes y Sarmiento, fueron víctimas de un violento asalto a plena luz del día.
Una cruel burla
Dos individuos en moto los abordaron alrededor de las 11:30 a.m., arrebatándoles no solo el dinero que habían ganado con tanto esfuerzo, sino también la mercadería que pretendían vender para subsistir. Como si no fuera suficiente, uno de los asaltantes regresó para dejarles una miserable suma de dinero, acompañado de la sarcástica frase «Dios los bendiga». Un gesto que, lejos de ser un acto de bondad, resultó una burla hiriente para quienes simplemente buscaban ganarse la vida honradamente.
Inseguridad al límite
Este lamentable suceso no es el primero que afecta a la pareja. Hace tan solo unos días, el compañero de la joven fue también asaltado en otra parte de Rivadavia, lo que demuestra un preocupante incremento de la inseguridad en la zona. Estos ataques no solo les han arrebatado lo poco que tienen, sino que han dejado a la joven profundamente afectada y atemorizada.
Un llamado a la acción
El padre de la joven, Carlos, expresó su desesperación ante la falta de seguridad en Rivadavia y pidió a las autoridades que tomen cartas en el asunto. «No se puede vivir así, es necesario un espacio seguro para que ellos puedan trabajar», señaló, haciendo un llamado a la comunidad para que se solidarice y brinde un lugar donde estas personas puedan seguir adelante con su vida sin temor a ser nuevamente víctimas de la violencia.
Este es un hecho que no solo indigna, sino que también nos hace reflexionar sobre la falta de protección y apoyo a quienes más lo necesitan. La inseguridad en Rivadavia es una realidad que afecta a todos, pero es aún más devastadora cuando las víctimas son personas en situación de vulnerabilidad.
Podes ver la entrevista aquí:
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