Con un auditorio colmado por más de 400 personas, la Escuela de Niños Bateristas de Mendoza (ENBM) realizó su 13ª muestra anual en el Centro de Congresos y Exposiciones Francisco. El evento, con entrada libre y gratuita, volvió a consolidarse como uno de los espacios culturales más convocantes para las familias de la región.
Bajo la coordinación de Marcelo Fortunato, más de 36 niños y jóvenes subieron al escenario para exhibir lo aprendido durante el año. La propuesta reunió a pequeños que dieron sus primeros pasos en la batería y a estudiantes con mayor experiencia, generando una puesta en escena diversa, dinámica y cargada de emoción.
Fortunato —creador y coordinador de la ENBM— destacó el espíritu de acompañamiento que sostiene el proyecto desde sus inicios. “A cada chico que viene le abro las puertas y el que queda, termina siendo parte de la familia”, expresó, resaltando que la escuela busca no solo formar músicos, sino también ofrecer un espacio de contención y crecimiento personal.
La noche cerró con aplausos prolongados de un público que celebró el esfuerzo, la disciplina y el talento de los jóvenes bateristas, reafirmando el impacto social y cultural de una iniciativa que ya lleva más de una década formando nuevas generaciones de músicos.







































