El presidente del Club La Central, Adrián Arancibia, se refirió públicamente a los disturbios ocurridos tras el partido de semifinales de Primera División de la Liga Rivadaviense de Fútbol frente a Juventud Unida de San Martín y desmintió que los incidentes hayan sido protagonizados por la hinchada, los jugadores o la institución local.
Arancibia habló en el programa Antes de Ver el Sol, donde se mostró visiblemente afectado por la situación y remarcó que los hechos de violencia no ocurrieron dentro del estadio, sino a más de 50 metros del club, una vez finalizado el encuentro y con el arbitraje ya retirado.
El partido había finalizado 1 a 1 y se definió por penales a favor del conjunto visitante. Según explicó el dirigente, el desarrollo del encuentro fue normal, sin incidentes entre parcialidades ni reclamos desmedidos al arbitraje. Incluso destacó que hubo público local y visitante en las tribunas y que la relación entre ambos clubes es buena desde hace tiempo.
El presidente de La Central sostuvo que los disturbios fueron protagonizados por un grupo reducido de tres personas, identificadas y ajenas a la vida institucional del club, quienes habrían atacado con gomeras a la salida del estadio. El blanco de la agresión fue un vehículo, cuyos daños se viralizaron en redes sociales, generando versiones que —según afirmó— no reflejan lo ocurrido.
Arancibia aclaró que ningún jugador visitante fue agredido físicamente, aunque reconoció que algunos corrieron al sentirse amenazados. También indicó que hubo personas del ámbito local que resultaron heridas al intentar intervenir y defenderse, una de las cuales debió ser hospitalizada.
En ese sentido, remarcó que no se trató de un enfrentamiento entre hinchadas ni de un conflicto entre clubes, sino de un episodio aislado protagonizado por personas que ya han participado en hechos similares en otras instituciones de la región.
El dirigente confirmó que el club realizó las actuaciones correspondientes y que el hecho ya está en manos de la Justicia. Además, señaló que la Liga Rivadaviense respondió de manera inmediata y que se están aclarando formalmente las circunstancias del episodio.
Visiblemente golpeado por lo ocurrido, Arancibia expresó su preocupación por el daño que este tipo de hechos genera a instituciones que trabajan con esfuerzo y contención social, especialmente con niños y jóvenes. Recordó que La Central fue reconocida el año pasado por su conducta deportiva y lamentó que un episodio aislado empañe un año entero de trabajo.
Finalmente, el presidente reafirmó su compromiso con el club y aseguró que no dará un paso al costado. Sostuvo que es necesario endurecer las sanciones y trabajar en un cambio cultural que permita recuperar el fútbol como un espacio de encuentro familiar y comunitario.







































