Tras la jornada de violencia en las inmediaciones del Congreso de la Nación, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lanzó duras declaraciones contra los manifestantes y anunció una denuncia penal por los daños ocasionados durante los disturbios. En una entrevista con LN+, Bullrich aseguró que los involucrados en los incidentes «vinieron preparados para matar» y vinculó la protesta con barras bravas, agrupaciones de izquierda y sectores kirchneristas.

DENUNCIA PENAL Y ACUSACIONES DE VIOLENCIA EXTREMA

 

Bullrich confirmó que el Gobierno Nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires impulsarán una demanda penal contra los detenidos, argumentando que la movilización tenía un objetivo claro: «voltear al Gobierno».

 

Según la ministra, durante los operativos de seguridad se incautaron armas de fuego, armas blancas y miguelitos, utilizados para atacar a las fuerzas policiales y sabotear los vehículos oficiales.

 

«Lo de hoy es de una gravedad inigualable», enfatizó, al tiempo que detalló que al menos 150 personas fueron detenidas y que más de 15 policías resultaron heridos.

UNA PROTESTA PLANIFICADA SEGÚN EL GOBIERNO

 

Para Bullrich, los incidentes no fueron espontáneos, sino planificados con antelación. Aseguró que el Ministerio de Seguridad cuenta con documentos que prueban que los manifestantes tenían instrucciones precisas para «repeler a la policía con botellas y piedras».

 

«Esta gente venía a tomar el Congreso», afirmó, agregando que el episodio «es una mezcla de narcopolítica con otros sectores».

 

Además, Bullrich informó que entre los lesionados hay 12 policías golpeados, aunque ninguno de gravedad, y que varios manifestantes y periodistas resultaron heridos, con al menos uno en estado delicado, aunque sin confirmación oficial.

 

REACCIONES Y REPERCUSIONES

 

Las declaraciones de la ministra generaron reacciones inmediatas en el arco político y social. Mientras sectores del oficialismo respaldaron el accionar de las fuerzas de seguridad, desde la oposición y organismos de derechos humanos denunciaron un uso desproporcionado de la fuerza.

 

 

 

 

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