La danza folclórica mendocina vivió un momento histórico. En el programa Antes de ver el sol, Sergio Magallanes, director de la Escuela de Danzas ChacayManta, compartió la emoción por haber recibido el primer Martín Fierro otorgado a una escuela de danza folclórica, un reconocimiento inédito que puso a Mendoza en lo más alto del escenario cultural nacional.

El premio fue entregado el pasado 7 de diciembre en el Gold Center, tras un proceso de selección federal y exigente, con preselectivos en distintas provincias y un jurado integrado por referentes de la danza, la cultura y organismos internacionales. Chacay Manta resultó ganadora en la categoría Folklore Mix, destacándose entre más de una decena de compañías de todo el país.

Según explicó Magallanes, la propuesta que cautivó al jurado combinó espectáculo, identidad y tradición, con coreografías masivas presentadas en el Teatro Griego Frank Romero Day, escenario mayor de la Fiesta Nacional de la Vendimia. La escuela apostó a conservar la vestimenta tradicional del gaucho y a contar la historia desde el cuerpo, sin resignar raíz ni autenticidad.

Sin embargo, la alegría del reconocimiento convive con una profunda preocupación. En la misma entrevista, el director reveló que la continuidad de la escuela está seriamente amenazada, con un 70% de probabilidades de cierre debido a la situación económica. Chacay Manta funciona desde 1972, sin subsidios, con profesores ad honorem y un fuerte trabajo social en barrios populares de toda la provincia.

Actualmente, la institución reúne a más de 4.000 alumnos en distintas sedes, comenzando desde los cinco años de edad, y se sostiene gracias al esfuerzo comunitario, el compromiso de las familias y la vocación de sus docentes. A pesar del prestigioso premio, los costos de producción, vestuario, traslados y mantenimiento hacen cada vez más difícil sostener una estructura de esta magnitud.

“Hoy estamos viviendo una contradicción enorme”, expresó Magallanes, al señalar que mientras reciben el máximo reconocimiento artístico, enfrentan una realidad que pone en jaque más de cinco décadas de trabajo cultural y social. Aun así, la escuela continuará con la temporada y presentará su última puesta titulada “Malambo de Fierro”, como homenaje al premio recibido.

La historia de Chacaymanta refleja el valor del arte como herramienta de identidad, contención y transformación social, y deja abierta una pregunta urgente sobre el futuro de la gestión cultural independiente en el país.

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