En 1970, científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts desarrollaron un modelo matemático que proyectó el futuro desenlace de la vida tal y como la conocemos.
En la década de 1970, el mundo vivía un período de notables avances tecnológicos. No obstante, junto a estos logros también surgían inquietudes sobre la sostenibilidad a largo plazo del crecimiento y la expansión.
En ese contexto, un equipo de cuatro estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) decidió utilizar el sistema World1 de Jay Wright Forrester como punto de partida para el World3. Este modelo matemático fue encargado por el Club de Roma con el objetivo de predecir cómo el mundo podría mantener su crecimiento teniendo en cuenta los recursos finitos del planeta.
Sin embargo, el esquema lanzó una predicción que suscitó gran preocupación entre los investigadores: El aparto advirtió: «La vida civilizada tal y como la conocemos en este planeta dejará de existir«.
¿Cuándo será el fin del mundo?
Según el informe generado por la supercomputadora en 1970, «cuando llegue el año 2020, la contaminación en el globo terráqueo llegará a un punto crítico».
«La contaminación se volverá tan grave que comenzará a matar personas, lo que a su vez hará que la población disminuya y alcance niveles históricos», advirtió.
El informe anticipó que hacia el año 2040 o 2050, la vida civilizada tal como la conocemos en este planeta dejará de existir.
Qué es una supercomputadora?
Una supercomputadora es un dispositivo informático con capacidades de cálculo superiores a los ordenadores comunes. Estas máquinas se utilizan con fines específicos y su poder de procesamiento es considerablemente mayor.
¿Cómo se construyó la supercomputadora que advirtió sobre el fin del mundo?
En 1973, el «Club de Roma», una organización no gubernamental internacional de científicos y filántropos solicitó a Jay Forrester el desarrollo de un modelo de sostenibilidad global. Así nació World One, un proyecto que propuso la simulación de sistemas reales mediante computadoras para predecir el comportamiento de sociedades complejas.
El dispositivo diseñado analizó factores como la contaminación y la disponibilidad de recursos naturales, con el objetivo de proporcionar una «visita electrónica guiada» a través de nuestro comportamiento desde 1900 y hacia el futuro.
Mediante gráficos, World One mostraba tendencias y estadísticas relacionadas con la población. A partir de estas proyecciones, se podía visualizar posibles crisis que podrían ocurrir en las próximas décadas.
El resultado de su estudio, publicado en 1972 bajo el título Los límites del crecimiento, no presentó una visión optimista del futuro. De hecho, se convirtió en uno de los libros sobre medioambiente más vendidos de todos los tiempos.