Luis Petri apuntó contra el presidente de la UCR, Martín Lousteau por la idea de expulsar a los radicales que votaron el veto a la reforma jubilatoria.
El ministro de Defensa, Luis Petri, apuntó este domingo contra el senador nacional por la Unión Cívica Radical (UCR) y presidente del partido, Martín Lousteau, y aseguró que él y su grupo «no son los dueños» del espacio, que tampoco «tiene propietarios».
Petri se expresó así luego de que Lousteau apoyara la expulsión de diputados que votaron a favor del veto de Javier Milei sobre la reforma jubilatoria.
En su cuenta personal de la red social X, Petri aseguró que «no tienen derecho a expulsar a diputados radicales» que fueron votados por la ciudadanía y que estaban dentro de la boleta que él mismo lideraba junto a su par de Seguridad, Patricia Bullrich.
Los que hoy piden expulsiones (como Lousteau) perdieron la interna. Representamos a los millones de afiliados y simpatizantes radicales que le dijeron basta al populismo y a la decadencia argentina y que reconocieron en Javier Milei la única posibilidad de salir del atolladero fracaso», subrayó.
En la misma línea, manifestó que sus votantes los eligieron para salir «de la desgracia del kirchnerismo» y «abrazar las ideas de la libertad», que son las mismas que, según Petri, impulsaron Leandro Alem y Marcelo T. de Alvear dentro de la UCR.
Por otra parte, se refirió al comercio y la industria y sostuvo que ninguna de las dos «necesitan protección sino libertad», ya que -dijo- ese era «el camino de Alem» que, al igual que Milei «abraza las ideas de la libertad».
«El radicalismo nació como un partido defensor de las libertades individuales. Defensor de una Economía de libre mercado, equilibrio fiscal, reglas claras y previsibles y estado de derecho», concluyó Petri.
Además de Luis Petri, Rodrigo De Loredo también criticó a Martín Lousteau
El diputado de la Unión Cívica Radical (UCR) Rodrigo De Loredo envió un mensaje a la interna del partido y apuntó contra el presidente de la fuerza, Martín Lousteau, al plantear que si hay expresiones que «están explorando algún acuerdo electoral con el kirchnerismo, deberían apartarse del radicalismo”.
“El radicalismo tiene un adversario y una contracara cultural que es todo lo que representa la cultura del peronismo, y particularmente el kirchnerismo”, afirmó en declaraciones a Radio Rivadavia tras el acuerdo de Lousteau con el kirchnerismo para liderar la Comisión Bicameral de Inteligencia.
En la misma línea, agregó: “Sería un delirio y una locura total que el radicalismo de la Ciudad de Buenos Aires… Si alguien está explorando algún tipo de acuerdo electoral con los que vinimos a cambiar, están en su derecho, pero córranse del radicalismo porque es algo que supera las personas y produce un daño identitario muy grande”.
Si bien evitó personalizar la contienda contra Lousteau, aseguró que cree que “actúa con honestidad intelectual, pero es errático en en el rumbo que le da a la conducción del partido que excede a las personas y la Ciudad de Buenos Aires”.
“No es algo que puede pasar en ningún distrito. La identidad del radicalismo puede tener sus características conforme las realidades regionales, pero hay vectores comunes”, afirmó sobre una potencial alianza electoral con el kirchnerismo, y acentuó: “Estamos dentro de la agenda del cambio, te puede gustar más uno, otro, razonable, heterodoxo, ortodoxo, pero tenemos que ser oficialista del cambio”.
Asimismo, el diputado cuestionó también la expresión radical que se reunión con el presidente Javier Milei, se fotografió en Casa Rosada y avaló el veto presidencial a la ley de actualización de jubilaciones. “No lo tomé bien y trabajé para que eso no sucediera. No estoy de acuerdo para nada con estas reacciones extremas que caen en contradicciones”, sentenció.
“Lo que le pasa particularmente al radicalismo es que es un partido con una identidad de razonabilidad, no está ni en un extremo ni otro, y la vidriera que construye es el bloque pivot. Los cambios permanentes de votos que tiene el peronismo con sus gobernadores, el bloque de Pichetto, el PRO, o LLA, todos esos quilombos que van aconteciendo no cambian en el sentido de la solución. Nuestros problemas terminan de inclinar la balanza entonces adquieren una vidriera superior”, explicó al respecto.