SE ESPERA UN INVIERNO CON TEMPERATURAS EXTREMAS

La Organización Mundial de Meteorología (OMM) aseguró que hay un «60% de probabilidades de que La Niña aparezca en el periodo julio-septiembre y un 70% en agosto-noviembre». Con este fenómeno meteorológico, se espera que las temperaturas mundiales se enfríen temporalmente.Luego de un 2023 marcado por el fenómeno del Niño, que provocó temperaturas récords de calor durante dicho año, ahora se espera que llegue el evento climático antagonista. La Niña está principalmente caracterizada por el enfriamiento del océano Pacífico oriental.La Niña designa el enfriamiento a gran escala de las temperaturas de la superficie de los océanos en el centro y el este del Pacífico ecuatorial. Este fenómeno está asociado a cambios de la circulación atmosférica tropical: vientos, presión y precipitaciones.En consecuencia a esto, el fenómeno provoca condiciones generalmente más húmedas en algunas regiones de Australia, el Sudeste Asiático, India, el sureste de África y el norte de Brasil, pero condiciones más secas en algunas regiones de Sudamérica. También puede contribuir a una temporada de huracanes más violenta en el Atlántico: según la agencia estadounidense NOAA, se espera un 2024 excepcional, con entre cuatro a siete huracanes de categoría 3 o superior.

 

Un posible regreso de La Niña desde el verano no es suficiente para alimentar la esperanza de un alivio rápido para regiones como el Sudeste Asiático, golpeadas ya desde esta primavera (boreal) por olas de calor extremo. «El planeta se está calentando y el ENSO solo juega un papel secundario», insiste Michelle L’Heureux, meteoróloga. «Incluso con el posible desarrollo de La Niña a partir de este año, todavía esperamos que 2024 se sitúe entre los cinco años más calurosos jamás medidos».

 

El niño, la niña y el calentamiento global

A pesar de que se espera un enfriamiento temporal en caso de que llegue La Niña, el impacto de esta baja de las temperaturas podría ser en promedio muy débil, advierten los climatólogos, a causa del impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero, ya responsables de un aumento de las temperaturas mundiales de al menos 1,2° C en promedio en comparación con finales del siglo XIX.

 

En esta línea, por ejemplo, el último El Niño, que comenzó en junio de 2023, se encuentra entre los cinco más intensos jamás registrados, según la OMM. Durante este fenómeno, se presenta un patrón climático natural en el océano Pacífico tropical que trae temperaturas de la superficie del mar más cálidas que el promedio y tiene una gran influencia en el clima en todo el mundo.

 

Durante 2023, distintos récords de temperatura sucedieron en todo el planeta.

Durante 2023, distintos récords de temperatura sucedieron en todo el planeta.

Pixabay

Se sabe que el cambio climático influye en el ciclo ENSO – que provoca la aparición de El Niño-, pero su efecto aún es incierto, explicó L’Heureux, especialista del fenómeno en la agencia meteorológica estadounidense NOAA. Las condiciones más secas o más húmedas provocadas por el ENSO «pueden amplificarse» debido al calentamiento global, sentenció la meteoróloga.

 

Desde la OMM comentaron que ese aumento de las temperaturas mundiales sirve como una «ventana al futuro» del cambio climático: «al dar un impulso temporal, el ENSO ofrece un vistazo de cómo es un mundo más cálido», sentenció L’Heureux.

 

Aunque El Niño se ha atenuado, los primeros cuatro meses de 2024 continuaron rompiendo récords de calor, lo cual no es una sorpresa ya que su ciclo generalmente hace subir las temperaturas el año siguiente a su aparición. El ENSO no funciona «como un interruptor», concluyó L’Heureux: «Se necesita un tiempo para que la circulación atmosférica mundial se adapte».

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